
Es la pregunta que sigue sin respuesta. La muerte de este joven profesional en las inmediaciones de la Villa Francia deja de manifiesto que convocar a este tipo de manifestaciones deja la puerta abierta para que cualquier tipo de persona pueda actuar impunemente en un escenario que es mezcla confusión y oscuridad.
¿Quién puede responder con certeza quien mató a René Palma? ¿Fueron como se dice encapuchados de izquierda, tal vez narcotraficantes o a lo mejor agentes encubierto de la misma policía?? cualquiera de las anteriores puede ser una respuesta válida. Lo que queda sin resolver es quien se hará responsable de una muerte absurda e injustificada.

Lo único cierto es que los únicos perjudicados, fuera de la víctima y su familia, son los movimientos sociales populares que en una especie de cadena de acontecimientos han ido tejiendo en la sociedad el desprecio y la indiferencia.
¿Es necesario generar escenarios que son sobrepasados por la violencia cuando se busca recoger la inquietudes de cientos de miles de chilenos que sufren la injusticia? ¿No sería mejor -pregunto- reorientar la frustación y la impotencia frente al modelo económico y sus consecuencias y comenzar a realizar con fuerza un trabajo en la bases de la sociedad?

Un movimiento social popular que busque generar transformaciones reales en Chile, requerirá de un trabajo de largo aliento, que implique un diálogo de las fuerzas políticas populares con la población, y que busque generar cercanía con quienes se sientan más vulnerados. Continuar generando escenarios donde la violencia -de cualquier sector- salga triunfante y de paso cobre vidas inocentes alejará cada vez más a la población de quienes prentenden representar sus legitimas aspiraciones de justicia y paz. ¿No sería mejor buscar formas de poner al descubierto la violencia institucional del estado y de los megaempresarios con métodos más creativos?
Es una tarea para la casa.
¿Quién puede responder con certeza quien mató a René Palma? ¿Fueron como se dice encapuchados de izquierda, tal vez narcotraficantes o a lo mejor agentes encubierto de la misma policía?? cualquiera de las anteriores puede ser una respuesta válida. Lo que queda sin resolver es quien se hará responsable de una muerte absurda e injustificada.

Lo único cierto es que los únicos perjudicados, fuera de la víctima y su familia, son los movimientos sociales populares que en una especie de cadena de acontecimientos han ido tejiendo en la sociedad el desprecio y la indiferencia.
¿Es necesario generar escenarios que son sobrepasados por la violencia cuando se busca recoger la inquietudes de cientos de miles de chilenos que sufren la injusticia? ¿No sería mejor -pregunto- reorientar la frustación y la impotencia frente al modelo económico y sus consecuencias y comenzar a realizar con fuerza un trabajo en la bases de la sociedad?

Un movimiento social popular que busque generar transformaciones reales en Chile, requerirá de un trabajo de largo aliento, que implique un diálogo de las fuerzas políticas populares con la población, y que busque generar cercanía con quienes se sientan más vulnerados. Continuar generando escenarios donde la violencia -de cualquier sector- salga triunfante y de paso cobre vidas inocentes alejará cada vez más a la población de quienes prentenden representar sus legitimas aspiraciones de justicia y paz. ¿No sería mejor buscar formas de poner al descubierto la violencia institucional del estado y de los megaempresarios con métodos más creativos?
Es una tarea para la casa.
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