domingo, 22 de marzo de 2009

A mi amigo Rufus

José Bustos B.


Desde muy temprano, cuando recién el silencio comienza a romperse aparece Rufus reclamando su desayuno como si nunca hubiera comido. Al verme sus maullidos se hacen sentir con más ganas, acercándose rápidamente para restregar su pelaje en mis pantalones.


Me han contado que los gatos son animales "videntes" lo que significa que pueden ver cosas que las personas y otros animales no tienen la capacidad de percibir.


Tal vez sea cierto, porque he visto que por las noches los ojos del Rufus se iluminan con un verde fosforecente dándole un aspecto fantasmal que resulta inquietante para quien no conoce la pacibidad real de su carácter.


También, hace un tiempo leí en alguna revista que los gatos en la época del antiguo Egipto eran venerados como dioses; algo tienen los felinos en su caminar pausado y elegante de pequeños monarcas o de seres iluminados por alguna estrella que les otorga un aúra divina.


Rufus, mi gato, tiene todas las características antes mencionadas y otras de las cuales hablaré en otro "homenaje" pronto a publicarse.